Características en el diseño de
actividades que apunten al desarrollo del pensamiento científico.
En
la enseñanza de cualquier tema, las actividades juegan un papel fundamental al
fijar el conocimiento en la mente del estudiante mediante acciones prácticas.
Respecto a las características que se deben tener en cuenta a la hora de
diseñar actividades que promuevan el desarrollo del pensamiento científico
podemos mencionar las siguientes:
Las
actividades deben ser bidireccionales. Es decir, en toda actividad de
aprendizaje el niño debe ser parte activa en la producción del conocimiento.
Tal como expresan Zapata y Restrepo (2013) “la educación en la primera infancia
no puede estar basada en actividades mecánicas y repetitivas sin sentido que
solo buscan la transmisión unidireccional (del adulto al niño-niña) de
información y contenidos poco significativos y motivante” (p. 224).
Otra
característica importante es que la actividad debe ser atractiva para el niño y
que fomente la imaginación. A partir de esto se puede lograr que el estudiante
comience a plantearse preguntas y generar el mismo las respuestas por medio de
los resultados de la actividad de aprendizaje en el cual el mismo ha estado
activamente involucrado.
Así
mismo podemos decir que las actividades que promueven el desarrollo del
pensamiento científico están orientadas a hacer del niño el protagonista
principal. Debe ser el niño quien desarrolle el proceso mientras es guiado por
el docente.
Otero,
L. (2018). Aspectos fundamentales del pensamiento científico. [Archivo de
vídeo]. Recuperado de http://hdl.handle.net/10596/19424
Zapata, B. y Restrepo, J. (2013).
Aprendizajes relevantes para los niños y las niñas en la primera infancia.
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, ISSN-e
1692-715X, Vol. 11, Nº. P.217-227. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4220541
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